Como ya se ha mencionado, la era geológica mesozoica consta de tres períodos geológicos, Triásico, Jurásico y Cretácico. El período Triásico, hace 248 206 millones años aproximadamente, allanó el camino para el reinado de los dinosaurios en la tierra y la formación del continente gigante llamado Pangea. Tras el triásico, vino el período Jurásico hace 206 144 millones años, donde se evidenció el dominio total de los dinosaurios. Los peces óseos eran las criaturas superiores en el mar y los historiadores plantean que esta era vio la evolución de los primeros mamíferos. Las plantas dominantes fueron las gimnospermas, así como lo fue un grupo de dinosaurios llamados terópodos que desarrollaron plumas para defenderse del frío.
La tierra experimentó cambios drásticos durante la era jurásica, en medio de un clima caliente y seco. Durante este período se inició la evolución de la floración en las plantas y comenzaron a aparecer diferentes tipos de dinosaurios incluyendo a los saurópodos, Diplodocus, Apatosaurus, Allosaurus y Compsognathus. En la primera parte del período jurásico hubo una extinción masiva, provocando la desaparición de una gran cantidad de especies marinas. A mediados del período el continente Pangea empezó a separarse y en la última fase ya la división había llegado a su fase final. El continente Pangea se dividió en tres continentes distintos, Norteamérica, Eurasia y Gondwana.
El período Jurásico experimentó el derretimiento del hielo polar y esa fue la razón por la que los niveles del mar eran mucho más altos de lo que son hoy.
Como se mencionaba anteriormente, la formación del supercontinente durante el período Triásico hizo que el clima del período Jurásico fuera seco y desértico. Durante la etapa media, llegaron a existir bosques subtropicales y arrecifes de coral debido al derrame de las vastas zonas inundadas de Pangaea. Como factor resultante los cambios estacionales eran más moderados de lo que son ahora. La ruptura continental también provocó el surgimiento de un pequeño océano Atlántico entre América del Norte y Eurasia.
Las condiciones resultantes eran favorables para el crecimiento rápido de los bosques a través de los continentes, con las coníferas como árboles predominantes. Los ecosistemas del Jurásico fueron realmente agradables para la supervivencia de los dinosaurios. El aire se llenó con más y más reptiles voladores y fue la etapa en que comenzó la evolución de las aves. La diversificación de la naturaleza fue el principal factor responsable para que las especies evolucionadas recientemente encontraran sus diferentes nichos ecológicos. La evolución de los dinoflagelados y nanoplancton, organismos dominantes de la micro vida en el océano, allanó el camino para que el fitoplancton hallara un entorno más agradable para sobrevivir. El fitoplancton es un organismo vegetal microscópico y un elemento indispensable en la mayoría de las cadenas alimenticias, incluso en la actualidad. Los grandes arrecifes también fueron reintegrados en el mar poco profundo. Todos estos factores contribuyeron enormemente a la rápida evolución de los peces y otros animales marinos que vemos hoy.
Durante el comienzo de la era jurásica las condiciones climáticas fueron sometidas a cambios bruscos y la presencia de dióxido de carbono alcanzó su máximo histórico. Habían bosques húmedos no sólo en los ecuadores, también estaban extendidos hasta los polos. Ya en las últimas etapas del período jurásico el clima estaba más inclinado hacia una naturaleza subtropical y húmeda, más favorable para la vida. Aunque las coníferas seguían siendo los árboles dominantes, también estuvieron presentes plantas terrestres, como los musgos, colas de caballo y helechos. Las colas de caballo eran el alimento favorito de los dinosaurios herbívoros y dado que esta planta tenía tallos subterráneos, podía volver a crecer sin experimentar la extinción. Los animales terrestres predominantes fueron los dinosaurios y la vida en el océano estaba dominada por los plesiosaurios de cuello largo, tiburones, cocodrilos marinos y rayas, aunque abundaban otras criaturas como los cefalópodos, los ictiosaurios, esponjas y moluscos eran.
El período Jurásico es nombrado por las montañas Jura, donde se estudiaron por primera vez las rocas de esta era. Las montañas se encuentran entre Francia y Suiza. ¿Qué hace que la era jurásica sea absolutamente relevante hasta nuestros días? La riqueza de fósiles y la importancia económica, como los campos petrolíferos del Mar del Norte, lo convierten en el mejor período de la historia.